lunes, 2 de septiembre de 2013

Se llama Noa

Sonó el teléfono, al otro lado una voz dulce preguntaba por ella. Había decidido, volver para recibir un masaje, detrás del hilo telefónico la persona que escuchaba, se quedó sorprendida al escuchar lo que la voz dulce le pedía...como pudo, pues estaba muy sorprendida por las palabras que escuchaba, le explicó cómo trabajaba ahora, desde hacía ya tres años. Ya no daba masajes, sus manos trabajaban el cuerpo de una forma más sutil, aunque más profunda.
Para su sorpresa, la voz dulce, le respondió que le daba igual lo que fuera a hacerle, porque lo que ella quería era quedarse embarazada, como le sucedió hacía algo más de tres años, después de haberse dado con ella un masaje. ¡No daba crédito a lo que estaba escuchando!...pero parecía ser que la voz dulce confiaba en ella, incluso más que ella misma........la citó para una próxima consulta.
Insegura, no sabía cómo trabajar con ella, le fue explicando detalladamente cómo trabajaba y porqué. La voz dulce sonreía escuchando atenta todo lo que le explicaba. Dándole más seguridad a la terapeuta, que iba a trabajar con ella.
Empezó con el péndulo, fiel amigo de quien siempre se guiaba, a trabajar sus chakras y ver cómo funcionaban sus órganos, en aquel bondadoso cuerpo de mujer. Encontró varias averías fáciles de arreglar y recuerdo que le dio una dieta para depurar su organismo, pues pensó que le hacía falta.
Al llegar a sus ovarios, en su ovario derecho el péndulo rotaba fuertemente con un NO...Ella le preguntó si había algún problema y sí lo existía, pues hacía varios meses que no menstruaba, le ocurría habitualmente, a temporadas. En ese instante la terapeuta pensó que era todo muy difícil, pero le gustaban los retos, siguió trabajando.
Terminó la primera visita, la dulce voz estaba muy contenta, a los pocos días avisó que estaba otra vez menstruando, agradecida llamó muy contenta.
Continuaron las consultas, abriendo canales, limpiando, siempre un NO con el péndulo en su ovario derecho. Después de la sesión quedaba todo en orden, la voz dulce iba sintiendo cambios en su cuerpo. Aprendió a decir que no y a poder expresar todo lo que sentía, a no callar ya nada.
Su terapeuta se asustó en la sexta visita, habían llamado a la voz dulce, para revisar sus ovarios. Pensó asustada, que quizás pudieran operarla, le falló la fe que nunca le falla....su inseguridad.
La voz dulce, había notado muchos cambios ya en su cuerpo, sus ovarios le daban señales de que se estaban moviendo. Se realizó la séptima visita...qué importante el número 7.....
Su terapeuta la encontró muy bien, sus chakras abiertos, sus órganos rotando con el péndulo en un SÍ. La citó para la próxima consulta, cuando recibió a los pocos días un aviso de que no iba a venir más.....su inseguridad hizo pensar que iban a operarla, o que algo no iba bien en ella. Cuando la voz dulce le dijo en un escrito.......¡qué estaba embarazada!.
Las lágrimas cayeron mientras leía su terapeuta, dándole patadas a la inseguridad que siempre la acompañaba. El embarazo fue fantástico, antes del parto, volvió a su consulta para repasar su organismo, e irse bien preparada. Vio muchos colores, más que nunca......azules, lila, verde y una inmensa luz blanca.
Para la terapeuta fue imborrable en su memoria esa sesión, cuando pasó el péndulo sobre la enorme barriga, la niña que dentro la espiaba, empezó a moverse inquieta, queriendo saludar.
Cuando empezó la sesión y sus manos se posaron en la coronilla de la voz dulce..la barriga dejó de moverse, se hizo un silencio precioso, las dos percibieron lo que estaba entrando dentro de ellas. La terapeuta..........también.
Nació a los 3 días...de la última sesión. Su madre tuvo un parto perfecto, la niña preciosa, tres quilos cuatrocientos de una niña nacida del más puro amor.....La terapeuta sin poderse lo creer.......
Noa es su nombre, la hija de la voz dulce, enigmática mujer........Gracias a las dos, jamás lo olvidaré..

Laura Fernández.


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