Por una caricia mataba...su alma trémula y gris, hacía tiempo que no las notaba.
Quería volar como la paloma que en realidad era, como el golfo huracán que salía de sus entrañas cada madrugada.
Sabía que no estaba sola, aunque quería ser amada.
Por la caricia suave de una mano amiga, su voz se quebraba, el latido de su enjuto corazón, inundaba de sonoros cánticos el alba.
Una caricia amiga, dulce, amable...por ella mataba.
Su porte frío de señora ácida, hacían de ella lo que no amaba.
Su mirada gélida, helando el corazón de todo aquél que la soñara.
Recordó de pronto, porqué empezó a tornarse agria su mirada.
Se adueñó de ella el recuerdo de cuando las caricias danzaban en su rostro, bailando una con otra, haciendo feliz su faz encantada.
Añoraba estar acompañada, compartir caricias. Recibirlas, para poder darlas.
El porte frío, de señora ácida, le habían robado todas las caricias, incluso las del alma.
Su altanero caminar, la obsoleta forma de ver y vivir la vida.
La manera rígida de compartir sus sentimientos...le habían robado los besos y las sedas del alba.
Ni siquiera los pequeños miembros de su familia se acercaban hacia ella.
Era fría, distante.
Sin embargo ella...por una caricia mataba.
Del orgullo hizo su capa y no perdonó jamás a nadie.
Ya no amaba con locura, tan solo necesitaba ser amada.
Su verdad era absoluta y no permitía que nadie se expresara.
Dormitaba en una jaula lujosa, repleta de oro. Brillantes piedras de mármol formaban la alfombra por donde pisaba.
Su cárcel vacía, vacía y sola de sentimientos, de gentes, de risas, de vida sana.
Lo destruyó paso a paso, palabra a palabra, grito a grito, mirada a mirada.
Nadie sabía entonces que ella por una caricia mataba.
Que el disfraz de loba que la cubría, hacía tiempo que le estorbaba. Quería despojarse de aquellas pieles, aunque el orgullo no la dejaba.
Lentamente se acabaron las caricias, las dulces palabras, las miradas cálidas, los abrazos, las risas, las canciones que le llenaban el alma.
Por una caricia mataba.
No se atrevía a expresarlo. Hería la soberbia que ella portaba.
Por una caricia de alma...seguro que ella mataba.
Laura Fernández.
miércoles, 15 de mayo de 2013
miércoles, 1 de mayo de 2013
Tributo al rock and roll
No pudo despedirse,él prefería que le recordasen tocando rock and roll. Crecieron juntos, siempre amigos desde niños. A los siete años, una vez fueron novios...de esos de corazón, sin besos, ni caricias, novios del alma. Él tatuó las iniciales de los dos en su brazo, siendo muy niño....rockanrolero romántico.......
Hicieron algunas fechorías juntos, ella todavía lo recuerda. Fueron dos niños muy traviesos, ella recuerda cuando una tarde, salieron a jugar. Se colaron en un instituto, era fin de semana, hicieron varios destrozos, jugaron toda la tarde corriendo y saltando dentro de aquél colegio que nada les había hecho para que ellos lo destrozaran....nadie lo supo nunca......Sus padres, les buscaban, se había hecho de noche y los niños no aparecían. Una buena reprimenda les cayó a cada uno de ellos, pero nadie supo nunca el desastre que habían hecho.
Fueron creciendo, seguían siendo amigos. Recordaban con cariño la infancia que habían compartido, sobre todo en complicidad sus fechorías....que nadie nunca supo...Se sentían casi familia, se admiraban y respetaban mutuamente. Él enseguida tuvo novia, habían pasado ya los años, un día se la presentó, seguían siendo amigos, siempre lo fueron.
Ella le recuerda una mañana en la que él se había comprado una moto, la estrenaba. Vino a buscarla para enseñársela y dieron una vuelta. Amigos.......amigos del alma.
Enseguida fueron llegando sus hijos, los de él. Corrió mucho en la vida, debió ser así, pues le apremiaba el tiempo y debía vivir deprisa para poder disfrutar de todo, sin perderse absolutamente nada.
Ella le recuerda siempre con su guitarra, le enseñaba cuando eran niños...un hombre pegado a una guitarra.
Extremadamente sensible, romántico, autodidacta, bohemio, rebelde, generoso, familiar.. muy buena gente...un auténtico rockero.
Ella se casó al cabo de pocos años, su esposo pasó enseguida a formar parte de la gran amistad que le unía con él. Se cayeron bien siempre. Él y su grupo cantó en la boda de su amiga, empezaba a disfrutar de su afición por la música...
Fueron pasando los años, los niños crecían, ella tuvo dos también. Se veían algunas veces en reuniones familiares, en las que ambos se alegraban al volverse a ver.........amigos del alma.......Cada uno era feliz, viendo a su amigo disfrutar de la vida. Aunque nunca más lo hablaron, supongo que ambos recordaban lo vivido en su niñez. Un gran lugar del corazón de cada uno, ocupaba el otro, amor puro y sincero, noble como lo eran ellos también.
A los dos les gustaba la música y habían compartido alguna vez sus melodías, cantando y riendo juntos.
Una palabra maldita llegó a la vida de él, su amiga se llenó de dolor al saber lo que podía suceder le No se dio por vencido, luchó como nadie. Sensible, pero fuerte también, tremendo rebelde que lucharía hasta ya no poder más por aquella palabra maldita, que se negaba a asimilar. Se vieron hace dos noche viejas la última vez. Disfrutaron de la noche, con toda la familia. Hablaron poco, aunque comieron las uvas todos a la vez.
Ella no pudo despedirse, aunque lo preguntó varias veces, le dijeron que él prefería que le recordasen con la guitarra en mano. O cantando alguna canción llena de acordes. La niña, ya mujer.......comprendió y respetó su decisión. Aunque le hubiese gustado hablar un rato con él.......
Hoy es su último día, ella no deja de acordarse de él...tampoco ha podido ir a despedirse. Prende una velita para que su música suene en todo el Universo de los rockamboleros más rebeldes y sensibles. Para que su música no deje nunca de sonar, en los corazones de todos los que le quieren....¡Viva el rock and roll!
Mi tributo al rock and roll.......Para Xisco con todo mi cariño
Laura Fernández
Hicieron algunas fechorías juntos, ella todavía lo recuerda. Fueron dos niños muy traviesos, ella recuerda cuando una tarde, salieron a jugar. Se colaron en un instituto, era fin de semana, hicieron varios destrozos, jugaron toda la tarde corriendo y saltando dentro de aquél colegio que nada les había hecho para que ellos lo destrozaran....nadie lo supo nunca......Sus padres, les buscaban, se había hecho de noche y los niños no aparecían. Una buena reprimenda les cayó a cada uno de ellos, pero nadie supo nunca el desastre que habían hecho.
Fueron creciendo, seguían siendo amigos. Recordaban con cariño la infancia que habían compartido, sobre todo en complicidad sus fechorías....que nadie nunca supo...Se sentían casi familia, se admiraban y respetaban mutuamente. Él enseguida tuvo novia, habían pasado ya los años, un día se la presentó, seguían siendo amigos, siempre lo fueron.
Ella le recuerda una mañana en la que él se había comprado una moto, la estrenaba. Vino a buscarla para enseñársela y dieron una vuelta. Amigos.......amigos del alma.
Enseguida fueron llegando sus hijos, los de él. Corrió mucho en la vida, debió ser así, pues le apremiaba el tiempo y debía vivir deprisa para poder disfrutar de todo, sin perderse absolutamente nada.
Ella le recuerda siempre con su guitarra, le enseñaba cuando eran niños...un hombre pegado a una guitarra.
Extremadamente sensible, romántico, autodidacta, bohemio, rebelde, generoso, familiar.. muy buena gente...un auténtico rockero.
Ella se casó al cabo de pocos años, su esposo pasó enseguida a formar parte de la gran amistad que le unía con él. Se cayeron bien siempre. Él y su grupo cantó en la boda de su amiga, empezaba a disfrutar de su afición por la música...
Fueron pasando los años, los niños crecían, ella tuvo dos también. Se veían algunas veces en reuniones familiares, en las que ambos se alegraban al volverse a ver.........amigos del alma.......Cada uno era feliz, viendo a su amigo disfrutar de la vida. Aunque nunca más lo hablaron, supongo que ambos recordaban lo vivido en su niñez. Un gran lugar del corazón de cada uno, ocupaba el otro, amor puro y sincero, noble como lo eran ellos también.
A los dos les gustaba la música y habían compartido alguna vez sus melodías, cantando y riendo juntos.
Una palabra maldita llegó a la vida de él, su amiga se llenó de dolor al saber lo que podía suceder le No se dio por vencido, luchó como nadie. Sensible, pero fuerte también, tremendo rebelde que lucharía hasta ya no poder más por aquella palabra maldita, que se negaba a asimilar. Se vieron hace dos noche viejas la última vez. Disfrutaron de la noche, con toda la familia. Hablaron poco, aunque comieron las uvas todos a la vez.
Ella no pudo despedirse, aunque lo preguntó varias veces, le dijeron que él prefería que le recordasen con la guitarra en mano. O cantando alguna canción llena de acordes. La niña, ya mujer.......comprendió y respetó su decisión. Aunque le hubiese gustado hablar un rato con él.......
Hoy es su último día, ella no deja de acordarse de él...tampoco ha podido ir a despedirse. Prende una velita para que su música suene en todo el Universo de los rockamboleros más rebeldes y sensibles. Para que su música no deje nunca de sonar, en los corazones de todos los que le quieren....¡Viva el rock and roll!
Mi tributo al rock and roll.......Para Xisco con todo mi cariño
Laura Fernández
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